Parece ser que en
España se ha venido cambiando la ley de educación. Casi con cada
gobierno ha cambiado. Si se supone que la función de la escuela es
una herramienta para transformar la cultura mejor seria preguntarse
qué cultura hay que enseñar, cada cierto periodo de tiempo cambian
la ley de educación, primero fue la religión, luego la educación
para la ciudadanía, ahora han cambiado el nombre pero en esencia es
la misma.
Dar poder a los
políticos se suponía una estrategia para que representasen el
interés de la mayoría, pero más bien parece que los elijamos para
no tener que pensar.
Mi pregunta en
esta entrada es ¿porque se cambian tantas cosas sobre la ley de
educación cuando el principio básico sigue siendo el
mismo?
Obediencia porque sí, el silencio es un valor, la sumisión
del alumno al profesor, los castigos y los premios para hacer
personitas que encajen en esta sociedad.
La respuesta es
porque estas cosas no salen en el programa ni en la exposición de
motivos de ninguna ley, son cosas que están interiorizadas por todos
de tanto repetirlas. Garantizar la reproducción de este sistema
apolillado para la misma supervivencia de la sociedad.
Se defiende que el
sistema educativo socializa a las personas, ¿pero no son las
personas eso, personas?
Nadie aprende de
la noche a la mañana y menos a ser persona.
Los niños tendrán
tiempo de ser adultos, mientras que sean niños.
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